Estando de visita en el trabajo de mi prima, llegó una amiga, que había laborado en el lugar, pero había pedido la baja nueve años antes. Esta mujer se había ido del país con su hijo, que por aquel tiempo era un bebecito y ahora había cumplido los diez. Por cierto, que el muchacho, a pesar de su juventud, ya nos pasaba a todas en estatura y hasta tenía sombra de un bigote incipiente. Se lo achacamos a la mejor alimentación y bromeamos sobre eso. Para seguir leyendo…
Responder