El milagroso producto del Comandante en Jefe no pudo ser exportado por los laboratorios Dalmer ni registrado en la Unión Europea, Japón y otros países del primer mundo, porque sencillamente los estudios clínicos realizados por la Agencia Europea de Medicamentos no confirmaron el mecanismo del PPG como reductor del colesterol de baja densidad (el malo). Lo poco que se produce hoy se exporta en pequeñas cantidades a mercados emergentes como Venezuela y Ecuador. Para seguir leyendo…
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