De desaparecer dicha legislación (la Ley de ajuste cubano), los cubanos no renunciarían a las aspiraciones de ingresar al territorio estadounidense, y que una vez dentro de EE UU sobrevivirían en la ilegalidad, tal como lo han hecho otros millones de emigrantes latinoamericanos, los “indocumentados”. ¿Acaso en Cuba, donde todo lo bueno está prohibido, no nos hemos entrenado por décadas en eso de sobrevivir en la ilegalidad de mil manera diferentes? Para seguir leyendo…
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