“El viernes 29 de abril en Altahabana (reparto al suroeste de la ciudad), la luz se fue desde las once de la noche hasta las cuatro y media de la madrugada. Por el calor que había, me pasé toda la noche echándole fresco con un abanico a mi hijo de ocho meses. Dos días antes, hubo un apagón por la tarde de tres horas”, expresa Magda, empleada de Comercio Interior. Para seguir leyendo…
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