“Si quiere que le hable con sinceridad, trataré de que sea el menor tiempo posible (…) Creo que todos nosotros debemos retirarnos relativamente jóvenes, y no lo propongo como un deber, sino como algo más: como un derecho”. Pero su retirada no llegó hasta 2008. Cinco décadas después de la revolución, la “Cuba de Castro ha pasado de ser lo que Lee (Lockwood) llamaba una revolución extraordinaria a transformarse en una sociedad disfuncional”, asegura en el epílogo del libro el documentalista Saul Landau. Para seguir leyendo…
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