«Las cosas son lo que son, y no lo que quiere la gente que sean», recuerda Cristóbal Díaz Ayala en Los contrapuntos de la música cubana. Y los cubanos, en ese inducido estado de perenne alarma de combate en la Isla u obligados a peregrinar en diáspora, siempre tendrán que agradecerle a él y a su esposa Marisa Méndez el arca musical que ambos han construido y para la que no hay requisito de entrada. Para seguir leyendo…
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