Los presos que en los años de la década del 60 en Cuba fueron víctimas de extracciones de sangre en contra de su voluntad, camino al paredón de fusilamiento, pueden ser considerados como prisioneros políticos o de conciencia: muchos sino todos, prisioneros de guerra que participaban en la luchas iniciales que se desarrollaban en una guerra irregular contra la dictadura que se iba entronizando. La mal llamada Revolución cubana se establecía, muy temprano, pisoteando el derecho y haciendo caso omiso de la justicia…, sobre un montón de cadáveres. Para seguir leyendo…
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