En Cuba. Tatuare la storia, cada artista representa un viaje transversal por el siempre cambiante tapiz artístico en Cuba. No hay diferenciación jerárquica; a todos los artistas, tanto establecidos como emergentes, se les da el mismo espacio. Algunas de las obras fueron hechas especialmente para la muestra en el PAC. Tomamos como punto de partida la idea del cuerpo como un registro de la experiencia humana: el «cuerpo de las imágenes», tal como describe José Lezama Lima. La piel es capaz de llevar las marcas de la historia de la nación y el reflejo de su identidad. Piel sobre la cual las conexiones, en ocasiones ocultas, se realizan entre las aspiraciones utópicas y los fracasos post-utópicos, con asociaciones que van desde el sincretismo criollo hasta el kitsch popular. Para seguir leyendo…
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