La sede de Cubalex no tenía este fin de semana el agitado ajetreo de los numerosos usuarios que normalmente acuden al local para recibir asesoramiento jurídico, especialmente familiares de reclusos con gruesas carpetas repletas de documentos, apelaciones y demandas. Cuando la abogada nos recibe para esta entrevista, los muebles se han vuelto a colocar en su sitio después del intenso escrutinio que dejó todo «patas arriba» y, sobre la mesa, un llavín hecho pedazos permanece como prueba más palpable del allanamiento del local. Para seguir leyendo…
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