Elizabeth Renstrom: Alexis Ruiseco / Fotos íntimas de la escena queer cubanoamericana

Archivo | Artes visuales | 28 de octubre de 2016
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©Ruiseco, ‘Reinas Highligths Queer Performers in Miami’

Alexis Ruiseco es un artista, actor, director y en general un tipo creativo que vive en Nueva York, que conocí mientras estaba revisando algunos currículums de la Escuela de Moda, Arte y Diseño Parsons. Apenas consiguió su licenciatura este año, pero está claro que tiene un don y una pasión por la exploración de la sexualidad, la identidad y el trauma. Su trabajo incluye autorretratos que juegan con las nociones de género, pero también fotos de la cultura queer en Miami y Nueva York que parecen a la vez espontáneas y artísticamente compuestas. A continuación presentamos una selección de las fotos de su serie Reinas, así como una breve entrevista con el autor.

¿Desde hace cuánto tiempo fotografías a los artistas queers?
Empecé a fotografiar a los artistas queer en enero de 2013 en Miami; el Azucar Nightclub fue el lugar que me dio mi primer acceso y a través de TP Lords, el artista con el que trabajé todos los jueves, conocí a Erika Norel y a Daisy Deadpetals. Gracias a ellos fui capaz de conectarme con la comunidad queer del sur de Florida. Durante cinco meses trabajé en Azucar y Off the Hookah tomando fotos tras bambalinas y de las presentaciones. Durante ese periodo, el enfoque que adquirí fue el de un voyeur sensible, en busca de momentos que resonaran con mis sensibilidades y las ideas de dominación que circulaban en mi cabeza.

Cuando me mudé a Nueva York en julio del mismo año, traté de investigar cómo el espectáculo se transportaba a escenarios más personales, así que me interesé en hacer retratos en los hogares de las personas que había conocido. Todavía trabajo a través de la comprensión de la psicología de la transformación y en ese momento estaba mirando la manera en que otros expresaban ideas similares. Lo más importante para mí cuando les pedía realizar una sesión de fotos era ser consciente de cómo cada persona quería representarse a sí misma, porque a las comunidades que no tienen la suficiente representación no se les da esa consideración. Los retratos tenían que poseer un elemento de colaboración para dar a cada voz queer una profundidad y un volumen.

¿A dónde ves que se encamina este proyecto?
Después de tres años y medio de trabajar en esta serie, la considero la base de cómo se desarrollará mi práctica en la fotografía. Mi tendencia a construir escenarios y actuar para la cámara cuando hago retratos o autorretratos me ha dado una idea sobre mi preocupación por la feminidad, la individualidad y las formas en que la sexualidad contribuye a la construcción de la identidad. Sé que nunca voy a dejar de fotografiar a mi comunidad debido a la falta de historias queer representadas por personas queer; a menudo me doy cuenta que la visibilidad en la sociedad normativa se malinterpreta como aceptación y comprensión de las identidades que existen fuera de ella. Quiero provocar reacciones dentro del orgullo castrado de la cultura cubana y hablar sobre la opresión que se le impone a aquellos que no pueden vivir de acuerdo con su código «masculino».

Pero la conversación también debe extenderse desde allí y mirarse en una escala mayor. Soy una voz queer que es parte de una discusión más grande que yo y que mi cultura inmediata. Una de las cosas más importantes de esta labor es ser capaz de insertar la voz de estas fotos en la circulación de los temas queer.

¿Cuáles son tus planes para tus próximos trabajos?
Actualmente estoy trabajando en la investigación para la próxima serie que voy a terminar en Cuba. Ya aseguré un viaje con la Fundación Cuba One (similar a Birthright Israel) en Miami y viajaré a la isla en diciembre de este año. Mantengo correspondencia con un activista, Rafael Suri, que trabaja con el CENESEX (una organización cubana de derechos LGBTQ) y con su ayuda voy a fotografiar la forma en que la estética queer está circulando por toda la isla. Y porque mi padre aún vive allí (se quedó después de que yo me mudara en 1995), tengo un acceso único a la vida de un verdadero cubano en el Estado post-revolucionario de la isla. A través de estos dos análisis, la serie explorará la identidad cubana, el machismo, la paternidad, la estructura familiar, la exuberancia de la energía sexual y el rechazo simbólico de los roles de género tradicionales. Al ser un exiliado, tengo que decir que estoy muy emocionado de volver a conectarme con mi cultura durante los grandes cambios que experimenta Cuba.

¿Cuáles son algunas de las influencias de las que tomas inspiración?
Llevo un par de años estudiando la forma en que David Bowie actuaba y exploraba su propia identidad. Sus habilidades para las artes teatrales me ayudan a dirigir mi propio uso de la reinvención y de mi presencia dentro de las circunstancias que estoy dirigiendo. También me estoy enfocando en «el método» que se utiliza en la actuación para incorporar la preparación de escenas y la profundidad emocional. Siempre me cautivan los actores, escritores, directores, músicos que tienen un interés particular en la sexualidad. La naturaleza teatral de personas como Gaga, Almodóvar o Freddy Mercury tienden a influenciar mi trabajo más que otros fotógrafos. Me inspira menos la fotografía y aprendo más del cine, el teatro y la pintura. Sin embargo, me fijo cada vez más en el estilo fotográfico de Helmut Newton y en su preocupación por las mujeres. Y en este momento, la investigación de la sexualidad, la violencia la familia y la posición social de Deana Lawson me está ayudando a darle forma a las ideas de mi serie sobre Cuba.

Publicación fuente ‘Vice’