Los resultados de las elecciones tomaron por sorpresa especialmente a los intelectuales. La realidad no se adaptaba a sus teorías. Las encuestas eran pura basura especulativa, a pesar de que ellos las cargaban con un surplus demócrata. Los sagrados televangelistas de CNN y MSNBC estaban engañados. El partidismo los cegó, no vieron la otra mitad de América, no la encontraron ni en Google ni en los centros espirituales. Ni la encontrarán jamás. Para seguir leyendo…
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