Ginsberg se sometió a la agenda de los anfitriones pero no tardó en escandalizarlos. Cuando habló de su homosexualidad, comenzaron a cancelarle las conferencias. Un día le pellizcó una nalga a la camarada Santamaría, que lo interpretó como un agravio a la patria. Otro día dijo que se masturbaba pensando en Fidel. Según Cabrera Infante, Ginsberg dijo en público cosas que en Cuba era ilegal decir hasta en privado, como que Fidel habría tenido experiencias homosexuales de niño: “todos las tenemos, ¿por qué no él?”. Pero al parecer, lo peor fue que “le gustaría mucho irse a la cama con el Che”. Para seguir leyendo…
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