La inclusión de Cuatro estaciones…en el Paquete semanal del pillaje informativo, facilitó que esta saga invadiera los hogares isleños. Ya no sería un disparate periférico canonizar al hereje ocasional Leonardo Padura Fuentes como “el novelista de la familia cubana”. Un modo seguro de contemplar la imprevista metamorfosis de una literatura popular en folletín populista. Para seguir leyendo…
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