A un año del viaje de Barack Obama a Cuba, con Donald Trump en la Casa Blanca y en medio de la evidente reacción contrarreformista y represiva de La Habana, los extremos cubanos restan importancia a ese histórico acontecimiento. El oficialismo insular dice que la pasada administración hizo poco por desmantelar el embargo comercial —que a tono con la era de la “postverdad” llama “bloqueo”— o que Obama puso rostro amable al intervencionismo de Washington. El exilio tradicional y sectores de la oposición interna coinciden con Trump en que Obama cedió mucho a cambio de nada. Para seguir leyendo…
Responder