El célebre cuartel de la Stasi cubana hoy tiene aspecto de cochambre. La nutrida guarnición militar sigue de ronda allí con las cadenas en la acera advirtiendo a los caminantes el espacio prohibido, pero las paredes despintadas y los espacios vacíos donde antes funcionaron acondicionadores de aire, confieren imagen de abandono al otrora célebre edificio. Para seguir leyendo…
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