La grisura ha sido una constante en la vida cultural de la nación a partir de 1959, los simpatizantes del castrismo a que aludimos anteriormente han pretendido delimitar la vigencia de ese nefasto período. De acuerdo con ese punto de vista, el acceso de Armando Hart a la dirección del Ministerio de Cultura en 1976 habría restañado muchas heridas, y dado paso a una era de comprensión y confianza entre la vanguardia artística y los gobernantes de la nación. Para seguir leyendo…
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