El arte de Elio Rodríguez -arte híbrido, caótico- provoca así una mezcla de risa y repulsión. Lo grotesco y lo obsceno vinculado a la sexualidad, al humor y a la irracionalidad animal, contribuyen de inmediato a la aparición de un raro sentimiento de turbación, de molestia, de desasosiego, que algunos dudan en admitir en el panteón sagrado de las emociones artísticas. Sus blandas composiciones escultóricas, resueltas con simplicidad emblemática, enfatizan y concentran este efecto perturbador. Para seguir leyendo…
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