Ahmel Echevarría: ·Botar la gorda·

Actualidades | Cine | 9 de agosto de 2017

El delirio y la cándida lucidez colocan a Nicanor en perspectiva, aunque la solución de su dilema sea una necedad, puro absurdo en clave de humor. En el caso de Dominó, en esa nueva realidad de Cuba quien ordena es el comprador. Así lo piensa O´Donnell. Todo el país con la gente dentro estaría a merced del nuevo dueño. Porque, de tener Cuba un dueño, ¿qué valor tendría entonces el Gobierno? Para seguir leyendo…