Diría algo un poco más polémico: la literatura hoy también se encuentra completamente agotada, incapaz de renovación. De ahí que interese menos la literatura y mucho más cierta idea de escritura en un sentido fuerte del término. Esto quiere decir que no hay actualidad alguna de la vanguardia artística, aunque Lamar Schweyer fuera uno de los primeros latinoamericanos en escribir sobre el futurismo italiano. Queda la escritura y la relación que cada escritor tiene con su lengua. Es en ese filo donde ningún experto o pedagogo tiene nada que decir. Por eso yo propongo, contra la apuesta política por un lado y el fetichismo cultural por otro, una entrada a través de la comprensión del estilo. Para seguir leyendo…
Responder