Nada más revolucionario que la literatura de los marielitos en el sentido más esencial del término, más radical, más rebelde. Porque Mariel más que un grupo de escritores con una estética o historia común, es una actitud. La generación del Mariel es un desafío a las convenciones literarias (y de cualquier otro tipo) por parte de escritores que nunca se detuvieron a considerar qué era lo que estaba de moda entre el público, o en las editoriales, o en las cátedras universitarias. Les bastó con decir lo que se sentían obligados a decir, justo en el modo en que querían decirlo. Aunque por ello sufrieran persecución en Cuba o indiferencia en el exilio. Para seguir leyendo…
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