Jorge Mata: ·Jesús de Armas, en el olimpo de los malditos·

Actualidades | Artes visuales | Memoria | 30 de enero de 2019

«Una vez en Francia, decidimos pedir asilo político, pero antes de que lo hubiésemos hecho, alguien alertó traicioneramente a una periodista del diario Le Monde, que sin pedirnos autorización, publicó nuestra demanda de asilo a la OFPRA, convirtiendo nuestro caso en un problema diplomático», relata Gilda Alfonso-Martín, esposa de González de Armas. Los hechos ocurrieron a principios de la década del 90 del siglo pasado. De más está decir que la filtración provocó que el Gobierno francés emitiera una notificación de expulsión en 1994 y la contraparte cubana depositara una pesada loza de olvido sobre la obra y figura de de Armas. No obstante, «en el último momento, recibimos la autorización para continuar viviendo en Francia», dice Alfonso-Martín. De la parte cubana, a de Armas se le consideró persona no grata. El artista nunca más regresaría a la Isla. Para seguir leyendo…