El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov anunció su dimisión como presidente de la URSS, el Kremlin arrió la bandera de la hoz y el martillo y la sustituyó por la bandera tricolor con reminiscencias zaristas. Y en pleno colapso, a más de 300 kilómetros de la superficie terrestre, Krikalev se convertía en el «último ciudadano soviético», «el hombre abandonado en el Cosmos», «el rehén del espacio». Esta astracanada kafkiana es la inspiración de la película ‘Sergio y Serguéi’, del cubano Ernesto Daranas, que cuenta con la participación de Ron Perlman como actor y productor ejecutivo (…). Pero, ¿cuánto hay de ficción y cuánto de realidad en este relato de intrigas internacionales, carreras espaciales y astronautas a la deriva? Para seguir leyendo…
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