Gilberto Padilla: ·El ‘hit parade’ del comunismo·

Autores | Música | 30 de marzo de 2019

En Cuba, los ingredientes básicos de esa narración son el proselitismo ideológico, la jerga militar, el cachumbambé de los eufemismos y las hipérboles, la mitología emotiva de nuestra prensa, la trova necrológica, etc. Es un relato enloquecedor: fomenta metas inalcanzables como el “mejoramiento humano” y la ilusión de “cambiar todo lo que debe ser cambiado”. No subir los salarios, no, mejor “el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”. Y, en contra de su proverbial filisteísmo, hoy ya no recela del arte y la literatura; al contrario: se refuerza, ecumeniza y eleva patrocinando una cultura que exprese, y hasta exprese bien, cosas que los demás aparatos ideológicos del Estado no saben —o no deben— articular. Digamos que el Estado mantiene la cultura cubana en el invernadero de la conveniencia, exquisita flor-ortiga, pero dentro de su jardincito bien podado. Para seguir leyendo…