Para el artista cubano Carlos Martiel , derramar sangre es, en cierto sentido, incidental al trabajo, menos una parte de la actuación y más un viaje a la tienda de arte. La sangre no se produce generalmente durante el evento, sino que es recolectada por adelantado por una enfermera que retira la cantidad requerida. En Black Lament, de 2018, se lo ve de pie, inmóvil, durante horas en un charco de sangre. En Alto riesgo, de 2019 , los hilos empapados en sangre de una persona VIH negativa en PreP (un tratamiento que previene la transmisión) forman una cruz alrededor de su cuerpo. Para seguir leyendo…
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