Alan West-Durán: Werner Herzog, lector de Virgilio Piñera: el cuerpo y la estética
Nietszche estableció una analogía entre el estómago y la conciencia. ¿Piñera no estaría ofreciendo otra analogía entre conocimiento e indigestión? De nuevo Nietzsche: “Uno habla de estar enfermo del hombre sólo cuando uno no se lo puede digerir, aunque tenga el estómago lleno de él. La misantropía viene de un amor avaricioso del hombre y el canibalismo; ¿quién te mandó tragar hombres como ostras, príncipe Hamlet?” Pero el narrador de Piñera no es misántropo, lo es la sociedad con su barbarie estatal (la guerra). El narrador resulta indigerible a los otros, incluyendo el perro. Puede ser tragado pero no asimilado (digerido). De igual forma el narrador encuentra a los otros seres humanos “indigeribles”, así que limita su comercio culinario a los niños, tal vez porque no han sido corrompidos por la sociedad, como los adultos. El impulso del narrador no es apetito ciego, ya que sólo ocurre cuatro veces al año, no todos los días. Para seguir leyendo…
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