Useless es una crítica al presente. Pero no se trata de una crítica a problemas demasiado visibles, como la vitalidad que están adquiriendo los discursos populistas, los comportamientos corruptos de las clases políticas y las recientes manifestaciones de xenofobia, nacionalismo y homofobia, que están socavando a las democracias occidentales. En la exposición, la crítica al capitalismo contemporáneo invita a pensar sobre la raíz de algunos de estos problemas. Lo hace al insistir en la noción de lo “inútil”, que toda una tradición estética, desde Aristóteles hasta Jacques Rancière, le ha atribuido al arte. Para seguir leyendo…
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