Martica Minipunto: ·Little Girl Lost·

Actualidades | Autores | 18 de julio de 2019

Cuando yo tenía 13 años, Yanet, me susurró un secreto para no perder la virginidad, la solución era tener sexo anal. El tiempo que Yanet invirtió en instruirnos para que esperara tanto por mi “érase una vez la primera vez” nunca ha sido agradecido como es debido. Después de la precocidad de entonces uno esperaría, mínimo, que la virginidad “santificada” se “perdiera” muy rápido. Fueron períodos de muchos juegos sexuales, apretones en rincones, escaleras de edificios, cajeros automáticos y romances intensos en los que el límite era el intocable himen. De algún modo, bailando apretados y compitiendo para ver quién se meneaba mejor, se construye el paisaje de mi infancia/adolescencia mediante la sexualización de la infancia a partir de un tránsito irremediable. Para seguir leyendo…