OLPL: ·Despedida sin duelo·

Actualidades | DD.HH. | Memoria | 27 de julio de 2019

Fue un proselitista de las cuestiones de Estado cuando (y únicamente cuando) el Estado lo autorizó: un mediocre ministro de asuntos religiosos, una tuerca apretando la ecuación nacional para que nunca se solucione, una palanca purpurada en el grosero garrote de izquierdas que ha cauterizado a Cuba. Por lo que también fue una pieza integral del totalitarismo institucionalizado en la Isla y, como tal, contribuyó a su perpetuación a expensas de nuestra soberanía secuestrada constitucionalmente por los totalitarios. Para seguir leyendo…