Orlando Hernández: Juan Carlos Alom o la búsqueda obstinada de lo desconocido

Artes visuales | 22 de noviembre de 2019

Su fotografía, ya sea fija o en movimiento, es siempre emotiva, inquietante, turbadora. Nunca cerebral, ni intelectual, ni especulativa como muchos han podido pensar equivocadamente atendiendo a su complejidad exterior, a su apariencia medio surrealista, llena de toques absurdos, o donde emergen símbolos oscuros, herméticos, pero sin traducción. Y es que sus imágenes han renunciado a ser objetivas (algo que se supone que viene inscrito “por default” en el ADN de todo hecho fotográfico y cinematográfico), para ser solamente y decididamente subjetivas, sentimentales, románticas, afectivas, místicas, y la mayoría de las veces delirantes, enloquecidas. De manera que nada tienen que ver con la ideología ordenada y generalmente fría, distante, que caracteriza a la mayoría de los conceptualismos artísticos. Para seguir leyendo…