Desde la década de 1950, Sánchez, que ahora tiene 93 años, se ha atrevido a expandir las limitaciones dimensionales de la pintura con un ingenio ilimitado, concibiendo un nuevo lenguaje visual para la sensualidad. Pero a diferencia de otros artistas que deformaron los lienzos con un efecto provocador, como el escultor estadounidense Lee Bontecou y el pintor argentino-italiano Lucio Fontana, Sánchez trabajó durante décadas en la oscuridad. Para seguir leyendo…
Responder