Nunca hubo ningún vínculo que no fuera el de la represión. Aunque en algunos períodos existió cierto nivel de tolerancia. Al triunfar la Revolución Cubana existió una época de luna de miel, incluso entre 1959 y 1960 hubo algunas organizaciones abakuás que solicitaron su reconocimiento como asociaciones legales y lo obtuvieron del gobierno revolucionario. Después, vino un proceso en que la relación se fue agriando. Por un lado, la instauración del ateísmo científico como doctrina oficial. En la Declaración Final del Congreso de Educación y Cultura de 1971 se habla en una parte de la delincuencia juvenil y se asocia muy claramente con la santería o las sociedades abakuás o ñáñigas. Para seguir leyendo…
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