¿Qué sentido tiene recordar hoy la obra de Antonia Eiriz, en medio de las transformaciones radicales que está experimentando la sociedad cubana, ahora que se tensan cada vez más las relaciones entre el discurso y la gestión de las instituciones estatales y los intereses de múltiples grupos sociales con medios de intervención pública, en un momento en que los antagonismos ideológicos se polarizan más en Cuba? ¿Por qué volver sobre el legado artístico de Antonia Eiriz? Pasados casi cincuenta años desde que esta mujer ocupara el centro de la visualidad nacional ¿tiene su arte algo que decir a nuestros contemporáneos? Para seguir leyendo…
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