Abel Sierra Madero: Teatro y desnudo. El Bataclán de París en La Habana

Autores | Memoria | 11 de mayo de 2020

En mi libro Del otro lado del espejo, explicaba que la campaña higiénica que se lanzó en 1928 contra el pepillismo y el garzonismo estaba orientada a criticar a través de la moda, configuraciones de género y estilos de vida que se consideraban poco viriles y antinacionales. Los pepillos eran representados como unos holgazanes, degenerados que contrastaban con el ideal del hombre sano y trabajador al que aspiraba la nueva sociedad. Hay que tomar en cuenta que la homosexualidad estaba a punto de convertirse en una categoría científica y política. Es posible que esos debates hayan llegado a Cuba a través de México, porque en 1924, una campaña similar se había lanzado contra los fifís y las pelonas desde el periódico El Universal Gráfico. Para seguir leyendo…