La Política, sino se ausenta de la Comedia, de la escenificación como un mal teatro de parlamentos que ostentan obscenamente el delirio y la petulancia, o de la Tragedia, que es examen del Destino y fatum del hombre, que es método de escudriñamiento de los dilemas políticos —por ejemplo la guerra y otras violencias—, continuará la Política emulando la violencia de la Naturaleza y la Historia, lo cual no implica la retirada de la Política por el cosmos y sus lenguajes, pues su retirada, además de ser un Imposible (mientras exista el hombre), implicaría la retirada total de la Naturaleza (y el hombre, creo, sigue siendo Naturaleza, como los algoritmos, por ejemplo, son Naturaleza ), o como mal menor impulsará el crecimiento de la hostilidad en ámbitos externos e internos, que acabarían con la Naturaleza. Para seguir leyendo…
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