Alejandro González Acosta: ·Iconoclastia cubana: una antigua tradición (I)·

Actualidades | DD.HH. | Memoria | 27 de agosto de 2020

La Noche de las Estatuas desmontadas es uno de los episodios más vergonzosos de la historia cubana de los últimos 60 años. Nadie sabe quién dio la orden —pero se supone— para que en medio de las sombras se procediera a remover varias esculturas de dos vías monumentales de El Vedado: la Avenida de los Presidentes (G) y el Paseo de los Alcaldes. En algún caso lo ejecutaron de forma tan torpe que, al arrancar la estatua del primer presidente de la república, Tomás Estrada Palma, el único a quien el pueblo le otorgó espontáneamente el título de “Don”, se quebrara la pieza, y quedaran hasta hoy los botines del prócer firmemente adheridos a la base, por lo cual el cubano chistoso lo bautizó como el “Monumento a los Zapatos”, quizá remedando sin saberlo el muy hermoso de igual nombre en Cartagena de Indias: “A mis zapatos viejos”. Para seguir leyendo…