Manuel Sosa: ·Apuntes para una historia del ridículo en Cuba·

Actualidades | Autores | DD.HH. | Memoria | 28 de agosto de 2020

Siempre he tenido esa convicción: el equívoco es parte de nuestra naturaleza insular. Y además: el ridículo, que nos distingue y nos salva de ser invisibles. Y cuando pensamos en esas ventajas, tan útiles para el arte y la política, llegamos a otra palabra querible y exacta: la desilusión. La desilusión del Almirante, la primera desilusión. No éramos Cipango, no había oro. Y faltaban muchas otras por venir. Para seguir leyendo…