Aquí los dejo con un fragmento de lo último de Ramón Hondal, La caja, recién gratinado por la fábrica Bokeh: «Uno vuelve a pisar donde ya había pisado con el mismo pie y con el otro pie donde había pisado hasta que en el suelo las líneas se confunden y ya no hay líneas y todo el paisaje del terreno se vuelve fango de pasos que pisan y pisan donde se había pisado para estar en el mismo sitio en soledad total pero que más adelante y después y allá donde no hay lo que antes hubo y solo lo que es hoy cuando uno vuelve a pisar donde ya se ha pisado». Gocen perversillos 😉
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