CiberC: Interviú a General Rafael del Pino / Hay que evitar a toda costa una masacre contra el pueblo cubano

DD.HH. | 11 de marzo de 2021
©Verde olivo

El General de Brigada (r) Rafael del Pino Díaz (Pinar del Río, 1938) mantiene los reflejos que lo convirtieron en uno de los mejores pilotos cubanos del siglo XX y su amor a la patria ha propiciado que encabece un movimiento de veteranos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior que pide a sus compañeros de armas en activo que no repriman a la población.

Su obsesión más recurrente es evitar una catástrofe en Cuba, como demostró en una carta abierta el General de Ejército Raúl Castro Ruz en 2007, pidiéndole reformas a la vietnamita y refrescándole la memoria con las locuras de Fidel, que al comparecer en la televisión para informar sobre la fuga del general del Pino a Estados Unidos, en 1987, reconoció que de la aviación conocía todo y casi todo de la defensa antiaérea.

Conversar con el general Rafael del Pino Díaz siempre es grato porque mantiene la manera de decir cubana y facilita el trabajo, aunque evita fotos actuales, debido a que vive protegido por Estados Unidos con otra identidad, pero entendió a la primera la intención de CiberCuba y tardó apenas un día en contestar todas las preguntas, sin rechazar ninguna, y facilitando al máximo posible la comunicación; sin descuidar las normas de seguridad que su estatus exigen.

En septiembre, cumplirá 83 años, pero se siente lúcido y vital como aquella vez en que su paisano Álvaro Figueredo lo animó a solear con una recomendación que ha seguido hasta hoy: Dale tu solo, y no te mates, cabrón…

General, usted encabeza un movimiento de militares cubanos retirados que ha pedido a sus compañeros de armas en Cuba que no repriman al pueblo, ¿cuál es la motivación del movimiento y que diferencias tiene con su carta al compañero ministro?

La motivación y la diferencia entre aquella carta y esta declaración es clara. En aquel momento traté de evitar esta catástrofe que se avecina. Después, Raúl Castro fue tan miope que desestimó el ramo de olivo que tendió Obama. No fueron capaces de entender las concesiones que realizó el presidente norteamericano; incluso pasando por alto la humillación de ser recibido en el aeropuerto por un mequetrefe y no por el propio presidente en funciones como corresponde a un mandatario que respeta las normas internacionales mas elementales.

En estos momentos, posiblemente ya el cerebro no le esté trabajando normalmente y las riendas en esta mutación de un Estado colectivista (porque de socialista nunca tuvo nada) a un Estado mafioso las llevan los militares que tienen en sus manos el poder económico de Cuba, encabezado por su ex yerno el General de Brigada López-Calleja y otros altos oficiales que mueven las cuerdas de las marionetas encargadas de gobernar el país.

Hay que evitar a toda costa una masacre contra el pueblo cubano, Si usan las armas contra el pueblo indefenso estarán provocando una guerra civil abriendo la puerta a una intervención extranjera. No habrá una masacre impune en la Cuba de 2021.

La declaración que realizamos surgió del mutuo acuerdo de oficiales en el exilio que la firmamos solamente cinco para darle autenticidad pero que es el sentir de innumerables compatriotas dentro y fuera de Cuba. Esta no es ninguna organización anticastrista y es el resultado de informaciones directas de los planes represivos contra la población que estamos decididos a obstaculizar. Por razones de seguridad obvias no damos a conocer identidades para evitar represalias sobre los que están dentro y las familias de los que están fuera. El régimen se ha visto incapacitado de impedir nuestras comunicaciones, gracias a las redes sociales y de las avanzadas tecnologías informáticas.

La carta abierta, en cambio, fue escrita cuando Fidel Castro entregó las riendas del poder a Raúl Castro, en el 2007, hace ya catorce años. Y el objetivo fundamental fue que aprovechara la oportunidad que el colapso de Fidel le daba, para que pudiera implementar las medidas necesarias para liberar las fuerzas productivas y restablecer los derechos del pueblo cubano levantándole el bloqueo con que el Estado ha destruido y hundido la economía y la sociedad cubanas. Me dirigí a él como todos los generales y jefes se dirigían a él de acuerdo al rango y como le digo en el primer párrafo – porque los que tenía alrededor de él en ese momento ninguno era capaz de decírselo, aunque varios de ellos pensaban como yo.

Ochoa no era el único que criticaba las locuras de Fidel Castro. Yo escuché de las propias palabras de Raúl Castro, durante uno de sus cumpleaños en Oriente al cual asistí, criticar los caprichos de su hermano. Incluso hubo una frase que no la olvidaré jamás cuando comentaba que Fidel volvía loco a cualquiera, refiriéndose cuando lo pusieron junto a su hermano en la prisión y Fidel lo despertaba constantemente a las dos, las tres o las cinco de la mañana para decirle vamos a hacer esto o vamos a hacer lo otro.

El ex espía Juan Pablo Roque, miembro de la Red Avispa fracasó en su misión de, invitándolo a volar, llevarlo a Cuba secuestrado? ¿Cómo vivió usted esas intentonas?

Yo nunca confié en Roque. Estando él en Cuba, me envía una carta con la madre que visitaba familiares en USA diciéndome que se iba a ir en una lancha hacia Estados Unidos y que posiblemente se llevaría a uno de mis hijos que había recién salido de la prisión. Conociendo como funciona el sistema diabólico implantado en Cuba le hice la cruz y no acepté ninguna invitación.

Él era idiota pero no bobo y seguro sabia que si intentaba algo así indudablemente pereceríamos los dos. Yo no uso calificativos degradantes con nadie, cuando lo califico de idiota es basado en experiencias de vuelo. En una oportunidad fuimos a realizar un vuelo en pareja en los MiG-23. Íbamos a practicar bombardeo al sur de Isla de Pinos, el volaba como mi wing man (hombre ala). Yo arranco primero y cuando miro para el avión de Roque, estaba echando humo porque no le había quitado las tapas de la entrada de aire al motor al no realizar el chequeo exterior obligatorio. Tuve que irme solo y le hice la cruz como piloto.

¿Tuvo usted participación en la liberación de los pilotos cubanos, cautivos de UNITA, Manuel Rojas y Quesada?

Si, yo me reuní con Jonás Savimbi en Washington, durante una visita que hizo a Estados Unidos, y le pedí que los liberara. Le argumenté que Fidel Castro estaría deseoso porque los matara para declararlos héroes caídos y toda esa verborrea que acostumbraba a pronunciar. Le hice el cuento durante la invasión de Granada por unidades de la 82 División Aerotransportada del comunicado oficial por radio y televisión informando que los últimos cuatro cubanos se habían inmolado combatiendo contra los imperialistas yanquis envueltos en la bandera cubana, cuando ya había traicionado a los obreros que laboraban en el aeropuerto al ordenar zarpar la nave Vietnam Heroico vacía y que tenía capacidad para evacuarlos, para obligarlos a combatir y que murieran. Savimbi me prometió esa tarde que no me preocupara que a su debido tiempo los liberaría sanos y salvos; y así fue.

Usted fue Jefe de la Comisión Estatal de Investigación de Accidentes. ¿Cree, con el pasar de los años, de que alguna vez fue muy severo con algún piloto al que se suspendió de vuelos de por vida por la responsabilidad en un accidente?

Yo tenía en mi oficina un cuadro con una cita de Martí que decía: No se puede tener mano ligera en las cosas en que va envuelta la vida de los hombres. Aquel pensamiento martiano puso a pensar a mucha gente, pero nadie podía decir nada, ni siguiera la Contra Inteligencia Militar (CIM), que espiaba y espía a todos los oficiales, porque sencillamente era un pensamiento del Apóstol.

Y lo hice a propósito porque las jefaturas superiores escondían y embarajaban las barbaridades que ordenaban los dirigentes y sus tracatranes en sus genuflexiones.

Te doy un ejemplo concreto. El Puesto de Mando me informa que un avión AN-2 se había estrellado en La Deseada, el coto de caza de Fidel Castro y habían muerto los pasajeros y los tripulantes salvando la vida, milagrosamente, el jefe de nave. Cuando llego allí con los miembros de la comisión investigadora inmediatamente sale a la luz lo que sucedió. Resultó que los escoltas de seguridad personal dentro del avión le indicaban constantemente al jefe de nave que cogiera tal y más cual dirección con el fin de que espantara los patos en dirección donde se apostaba Fidel para tirarles. El avión choca con una bandada de patos, le rompen la cola del avión, pierden el control y se estrellan. Aquello investigación fue rápida porque estaba todo claro y cuando llega el informe del accidente al Jefe de la DAAFAR se manda todo el mundo a correr porque yo, a propósito, puse en las conclusiones que las causas del accidente se debían a que la escolta del Comandante en Jefe había obligado al jefe de nave a penetrar en una bandada de pájaros para espantarlos.

Me llaman del Estado Mayor y comienzan a pedirme que cambie las conclusiones. Yo les digo que no, que eso fue lo que pasó y mi deber es informarlo pues hubo cuatro muertos por esa irresponsabilidad. El tira y encoje duró días hasta que me hacen una proposición confesando que de la forma que yo planteaba las conclusiones se podía interpretar mal y no era políticamente correcto. Por lo tanto, el Estado Mayor decidió cambiar el texto por: El accidente se produce al chocar la aeronave con una bandada de aves, eliminando que había sido escoltas del Comandante en Jefe los que provocaron la catástrofe. Si te empiezo a enumerar casos no te alcanza el tiempo de la entrevista.

¿Durante la Operación Pico contra República Dominicana (1977) en el primer raid, usted, y los pilotos bajo su mando, usaron el régimen de Poscombustion o Forzaje sobre zonas pobladas de la República Dominicana?

No se si todos los pilotos lo emplearon. Yo lo utilicé para aumentar rápidamente velocidad cuando estábamos a la entrada de Puerto Plata. No se podía determinar si estábamos rompiendo la barrera del sonido en el vuelo rasante porque no podíamos mirar los instrumentos dentro de la cabina para evitar un choque con antenas de televisión que había en la ciudad. Pero si causamos mucho pánico, que era el propósito del gobierno cubano.

Cree que si el `presidente Balaguer no libera al barco cubano retenido en Puerto Plata, Fidel Castro les hubiera ordenado un segundo raid para bombardear ciertos puntos?

En aquellos momentos me preocupaba, pero ya después de alcanzar posiciones más altas en las FAR creo que era un bluff más de Fidel Castro. Era un experto en eso.

Usted estuvo de asesor de Fidel Castro cuando la Crisis de Octubre. ¿Qué tan cerca percibió una hecatombe nuclear?

Estuvimos al borde del holocausto. Especialmente cuando los soviéticos derriban el U-2 norteamericano. Todo hacia indicar que al día siguiente seria el final.

¿Es cierto que Castro le sugirió a Krushev acertar un golpe nuclear preventivo contra Estados Unidos?

Si, es cierto y así está registrado en las memorias de Krushev. Pero déjeme ampliar sobre eso. Yo creo que cuando termine esta pesadilla, aunque Fidel Castro está muerto hay que juzgarlo en ausencia por traición a la patria, al hacer este pedido a una nación extranjera que traería como consecuencia la desaparición nuclear de nuestro país. Por supuesto que será condenado y así podremos remover esas cenizas que pusieron en lo que más parece un horno de pizzería al lado de la tumba de Martí.

El pueblo cubano desconoce la envergadura de las traiciones de Castro a la nación. Por ejemplo, permitir que pilotos soviéticos tomaran la defensa de los cielos de Cuba cuando yo me llevé para Angola los mejores pilotos cubanos al inicio de la intervención en el país africano. El cederles a las fuerzas armadas soviéticas que mantuvieran una brigada moto mecanizada con 3,000 efectivos en las proximidades de Santiago de las Vegas. Cuba jamás vio semejante traición.

Y la prueba de que no la necesitábamos y solo era un gesto de sumisión sin precedentes es que esa misma cantidad de fuerzas mantuvimos nosotros en Etiopía para proteger al genocida Mengistu Haile Mariam. Si las fuerzas soviéticas hubieran sido de verdad necesaria, ¿para que manteníamos similar contingente a 10, 000 kilómetros de Cuba?

Pero ahí no terminaron sus traiciones. ¿Cómo puede considerarse el cederle a la aviación estratégica soviética de reconocimiento una parte de la Base Aérea de San Antonio de los Baños, donde no tenia acceso el personal cubano? O regalarle un islote al sur de Cuba a la desaparecida República Democrática Alemana (RDA) con papeles oficiales y todo que renombraron como cayo Ernest Thaelmann. Cederle espacios territoriales a la metrópoli soviética para que instalara estaciones de espionaje contra Estados Unidos y bases de submarinos.

Todos estos actos lacayunos ponían en peligro la seguridad nacional de Cuba en medio de las tensiones de la guerra fría. Lo que ha hecho el castrismo no tiene precedentes en el mundo.

En los últimos tiempos han transcendido versiones que apuntan a que Camilo Cienfuegos fue asesinado, ¿cuál es su opinión al respecto?

Ese enigma nunca ha podido saberse objetivamente. Fidel Castro con su proceder tiránico dio pie a que se hicieran innumerables conjeturas, pero ninguna ha podido probarse. Yo considero que el crimen mas grande lo cometió con Hubert Matos, quien en protesta por el camino hacia el comunismo al que nos conducía Fidel Castro  renunció a su cargo y fue condenado nada menos que a 20 años de prisión en un juicio show parecido al que le montó al general Ochoa, violando todos los códigos de justicia para imponer su voluntad.

En los invasión de Bahía de Cochinos cómo fue posible que, con apenas dos años volando, haya adquirido la Maestría a la par que Álvaro Prendes y Douglas Rudd, que era Pilotos prior 1959?

Eso se lo debo a mi primer instructor en los T-33. El Capitán Martin Klein que había estado preso por conspirar contra Batista igual que Carreras y Prendes. Klein muere tres meses antes de Girón, al ser derribado -por error- en Varadero, donde intentó aterrizar de noche por mal tiempo y la artillería antiaérea lo confundió con un avión pirata y lo derribó. Fue una perdida terrible.

Cuando yo soleo el T-33, Klein fue muy sincero conmigo diciéndome: Mira estamos muy cerca de una invasión, tu sabes despegar y aterrizar, pero no dominas nada de aerodinámica, de navegación, de volar por instrumentos, eres un cero a la izquierda, por eso todo el entrenamiento que hagamos será para enseñarte a derribar otro avión y a destruir objetivos terrestres. Si no te matas antes de que venga la invasión probablemente salgas con vida.

Y así fue, todos los vuelos que realizábamos él me ponía detrás de su avión y me daba la indicación de que simulara un ataque empleando la mira. Repetíamos el ejercicio decenas de veces hasta que logré hacerlo bien. Pero no satisfecho todavía me decía: Fíjate, para que no falles porque estas verde, verde Acércate al avión que vas a atacar y no abras fuego hasta que no veas bien el casco blanco del piloto enemigo.y eso fue lo que hice y me salió tal como predijo.

¿Que aviones, además del T 33, voló cuando Giron? Voló alguna vez el Sea Fury?

Yo volaba todos los aviones de combate, menos los B-26 y los de transporte. En Girón solo volé los T-33.

Hace muchos años, vi una foto suya al mando de un Catalina, tocado de un kepis y los audífonos por encima. ¿Voló estos aviones de la Marina o fue algo eventual?

Los únicos aviones de la marina que volé fueron los TBM Avengers. Es posible que haya sido algo eventual, pero no recuerdo.

Tengo entendido que usted voló todos los aviones soviéticos de combate de la fuerza aérea castrista, excepto el MIG 23MF/ ML y el MIG 19, que hay de cierto?

De los 23, yo prefería el MIG 23 BN. El MIG 19 fui de los primeros en volarlo.

¿Cuál fue el avión en qué soleo?

El primer avión que volé solo fue, a la edad de 12 años, un Piper J-3. Yo salía del Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, al mediodía, y me iba para el aeropuerto local donde el piloto Álvaro Figueredo tenía ese avioncito para ganarse la vida, dando paseos en avión y clases de pilotaje.

Yo era el ayudante para servir el avión con combustible, limpiarlo, arrancarlo desde afuera con las manos ya que el J-3 no tenía botón de arranque.Cada vez que algún cliente se mareaba y pedía que lo bajaran a los pocos minutos de volar tenía que pagar por el tiempo completo convenido y Álvaro me daba chance con el tiempo de vuelo no consumido para enseñarme a volar. Y se la jugó conmigo porque a esa edad si me pasaba algo iba preso, pero era un tipo excepcional y cuando estuve listo me sorprendió un día diciéndome Dale tu solo, y no te mates, cabrón.

Publicación original en CiberCuba.