Ni Orígenes ni Sur pudieron aislarse de acontecimientos históricos y políticos que los llevaron, de una manera o de otra, a tomar posiciones. En el caso de la revista cubana con respecto a las instituciones culturales batistianas, y en el de Sur al fascismo durante la guerra en Europa, al franquismo español, al peronismo más tarde, a las posiciones abiertamente comprometidas con el marxismo de intelectuales como Sartre y, más tarde, incluso a la revolución cubana y a la revista Casa de las Américas por el viaje a Cuba en 1961 que hiciera José Bianco, quien era jefe de redacción de Sur 31. No cabe dudas, sin embargo, que el principal punto en común de Orígenes y Sur fue la intención de abrir sus páginas a la literatura y la cultura extranjeras, y asumir así una visión universalista y cosmopolita del arte. Para seguir leyendo…
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