Julio Llópiz-Casal: El arte de la guerra sucia

Autores | DD.HH. | 4 de agosto de 2021

El gobierno tiene la coartada perfecta. Entre la condición de país tercermundista, de gobierno comprometido con una utopía, y de país bloqueado, tienen el material perfecto para espectacularizar la imagen del país en el mundo. La revolución decidió nacionalizar empresas, centralizar la economía, enterrar tradiciones y conocimientos, interrumpir y satanizar casi toda la gestión económica no estatal, y vivir de los intercambios comerciales caritativos, desproporcionados e insuficientes con la URSS y los aliados que vinieron luego de la caída del campo socialista. Luce más interesante y conmovedor el relato de que el embargo es el responsable de la ineficiencia de la economía nacional, tiene más gancho publicitario. Para seguir leyendo…