Frank Ajete Pidorych: De la responsabilidad parental y otros demonios

DD.HH. | 3 de septiembre de 2022

La nueva institución no cambiará mucho —al menos no de inmediato— en la cotidianeidad cubana. Con el nuevo Código, mi abuela seguiría estando a solas conmigo, y mis vecinos seguirían asumiendo que la ley contempla incluso el ius vitae necisque. Empero, no estarían legitimados para pensar así, y eso, en retrospectiva, me hubiese bastado. Para seguir leyendo…