Rafael del Pino: Por una transformación radical del sistema de defensa cubano

DD.HH. | 19 de febrero de 2023
©Ejército cubano / Internet

Las fuerzas armadas cubanas debieran jugar en los próximos 12 a 24 meses un papel decisivo en la poner fin al actual Estado mafioso-totalitario controlado por la exigua minoría oligarquía agrupada en torno a GAESA. En ese afán es hora de comenzar también a pensar cual puede ser su legítimo papelen una Cuba democrática.

Antecedentes

El propósito fundamental de estos apuntes es analizar como en una Cuba democrática, con un Estado de derecho donde los ciudadanos puedan elegir su propio destino, es posible dejar de ser rehenes del grupo mafioso llamado GAESA que sigilosamente derrocó al indeleble, descabellado y corrupto“socialismo”, apoderándose oligárquicamente de los principales bienes de la nación. En el mundo existen ya veintiún países sin fuerzas armadas.

El término «país» que usaremos en este trabajo se refiere a los Estados soberanos, no las dependencias (por ejemplo, Guam, las Islas Marianas del Norte, Bermudas), cuya defensa es responsabilidad de otro país o algún tipo de fuerza militar alternativa; mientras que «fuerzas armadas» se aplica acualquier sistema de defensa armada financiada y mantenida por el Estado, que puede ser usada en operaciones internas o externas, en nombre del gobierno o del Estado que defienden.

Algunos de los países enumerados, como Islandia y Mónaco, no tienen ejércitos permanentes, pero poseen fuerzas militarizadas. Gran parte de estos veintiún países son Estados insulares o micro-Estados (como Nauru y Liechtenstein, respectivamente). Algunos pertenecen a organismos internacionalesmilitares o han suscrito tratados de defensa mutua, como Islandia (miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) y Costa Rica (miembro del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca). Otros tuvieron algún tipo de acuerdo con otro país independiente que los ocupó militarmente en elpasado; un ejemplo es el acuerdo entre Mónaco y Francia, que existe desde hace al menos 300 años.

Algunos Estados parte del Tratado de Libre Asociación, como es el caso de las Islas Marshall, los Estados Federados de Micronesia y Palaos, no tienen poder de decisión en asuntos de defensa de sus respectivos territorios, así como un estrecho margen de acción en relaciones internacionales. Por ejemplo, cuando Micronesia negoció un acuerdo defensivo con Estados Unidos, lo hizo desde una posición débil porque dependía enormemente de la asistencia estadounidense. Los tres países se aseguran que sus preocupaciones de seguridad nacional se aborden en reuniones anuales de la Comisión Mixta, enla que discuten asuntos de defensa con el Comando del Pacífico de Estados Unidos. Andorra cuenta con una fuerza militar extremadamente reducida y puede solicitar asistencia militar a España o Francia si es necesario, mientras que Islandia contó con un acuerdo único con Estados Unidos (que expiró en 2006), el cual ordenaba a los estadounidenses defender a Islandia cuando fuese necesario. El carácter de Estado Libre Asociado de Puerto Rico también les impide tener una fuerza militar propia.

El resto de países es responsable de su propia defensa y operan sin fuerzas armadas o instituciones militares limitadas. Algunos de estos países, como Costa Rica y Granada, pasaron por un proceso de desmilitarización. Otros países se independizaron sin fuerzas armadas, como Samoa hace más de 60 años; la razón principal es que estaban, o aún siguen, bajo la protección de otra nación en el momento de su fundación.

Una observación muy interesante es que la mayoría de estos países son insulares, lo que demuestra que resulta muy difícil que cualquier nación insular pueda tener un conflicto con otro país al no existir fronteras geográficas especificas ni conflictos territoriales que delimiten el territorio nacional de una islaa no ser las doce millas establecidas por Naciones Unidas como aguas territoriales de un Estado insular.

Aunque hay veintiún países que han abolido el ejército, dado las similitudes en raíces culturales e idioma preferí escoger a Costa Rica para sustentar la tesis de que es viable y posible abolir también las fuerzas armadas en la República de Cuba. Contando además con la ventaja de ser una isla evitándose cualquier conflicto fronterizo.

La Cuba castrense

Desde su fundación como república en 1902, los altos jefes militares del ejército libertador fueron tomando el control político del país, la mayoría de las veces designados por las autoridades de ocupación norteamericana y posterior a la retirada de las fuerzas de Estados Unidos continuaron ocupandoposiciones claves en el control político y económico de la recién inaugurada república independiente.

Después de la primera presidencia de Don Tomas Estrada Palma comenzaron a sucederse en la presidencia de la república los generales del Ejercito Libertador comenzando con el mayor general José Miguel Gómez, seguido años después por el general Mario García Menocal y en el período 1925-1933 llega a la presidencia, el general Gerardo Machado convirtiéndose en el primer dictador cubano.

En 1933, un golpe de Estado dirigido por Fulgencio Batista derrocó al gobierno del general Gerardo Machado, que gobernaba dictatorialmente desde 1925. Desde entonces, durante las siguientes dos décadas, Batista dominaría casi por completo la vida política del país.

En 1940, tras una década de inestabilidad política, se diseñó una nueva constitución, que entró en vigor el 10 de octubre de ese mismo año. La Convención Constituyente estuvo integrada por 76 delegados representando a nueve partidos políticos. Con esta nueva Carta Magna, que recogía importantesreivindicaciones populares, se abrió un nuevo período de legalidad institucional, siendo esta una de las Constituciones más avanzadas de su época.

El primer gobierno de esta etapa estuvo presidido por Fulgencio Batista, cuya candidatura había sido respaldada por una coalición de fuerzas en la que participaban los comunistas. Durante el gobierno de Batista, la situación económica experimentó una mejoría propiciada por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, coyuntura que beneficiaría aún más al sucesor, Ramón Grau San Martín, quien resultó elegido en 1944 gracias al amplio respaldo popular que le granjearon las medidas nacionalistas y democráticas dictadas durante su anterior gobierno. Sin embargo, ni Grau, ni Carlos Prío Socarrás (1948-1952) —ambos líderes del Partido Revolucionario Cubano Auténtico—, fueron capaces de aprovechar las favorables condiciones económicas de sus respectivos mandatos.

Algunos militantes del Partido Auténtico, descontentos con la línea de los gobiernos auténticos, fundan en 1947 bajo la dirección de Eduardo Chibás el Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo) como desprendimiento del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). El Partido Ortodoxo prometió cumplir laspromesas traicionadas por los auténticos, el carisma de Chibás fue decisivo en la aceptación del pueblo.

En 1952 era evidente que el nuevo “Partido del pueblo cubano ortodoxo” fundado por Eddy Chivas arrasaría en las elecciones que se celebrarían el primeo de junio de ese mismo año. Nuevamente Batista, sin ninguna posibilidad de triunfo asalta el poder mediante un golpe de Estado apoyado por sectoresmilitares e interrumpe el cause constitucional que se había mantenido vigente en tres elecciones presidenciales consecutivas.

Con todas las altas y bajas de una nación regida por una de las constituciones más avanzadas de la época, el Estado de Derecho en nuestro país duró solamente tres períodos presidenciales para retornar drásticamente el 10 de marzo de 1952 al lastre que ha arrastrado la mayoría de las naciones centroy sudamericanas acudiendo a caudillos redentores para solucionar sus problemas económicos y políticos.

No es el propósito de este ensayo hacer un recuento de todas las fatalidades que le ha tocado vivir al pueblo cubano desde su inicio como república independiente. Sin embargo, se impone esta introducción sintetizada sobre esa maldición militarista que nos ha acompañado hasta el presente, llevandofinalmente a Cuba al estatus actual en que agoniza en la más espantosa miseria y desolación.

Lo que aconteció después del golpe de Estado de Batista el 10 de marzo de 1952 es harto conocido. Una guerra civil que en lugar de restablecer los derechos y conquistas logradas entre 1940-1952 por la que luchó la mayoría de los combatientes que alcanzaron la victoria, fue igualmente traicionada porel nuevo caudillo, Fidel Castro, que llevó el militarismo a extremos nunca vistos en el hemisferio occidental donde estuvo incluso a punto de convertir nuestra isla en polvo y cenizas de una conflagración nuclear.

Las atrocidades cometidas por el nuevo caudillo en más de medio siglo de dictadura totalitaria están todas bien documentadas y registradas por lo que no es necesario hacer referencia a ellas. Podremos así adentrarnos en el propósito fundamental de este ensayo: delinear una hoja de ruta para enterrardefinitivamente la maldición militarista de nuestro país.

Perdimos la gran oportunidad de lograrlo en 1940 durante la ascensión a la presidencia de Fulgencio Batista con aquella poderosa constitución. Sin embargo, ese mismo personaje fulminó la Carta Magna 12 años después y ahí comenzó el principio del fin.

Analicemos esta sencilla ecuación determinada: Si en 1940 se hubiera abolido el ejército en Cuba, Batista no hubiera podido dar el golpe de Estado de 1952 y haber lanzado al despeñadero la República.

Basta meditar solo un instante en esta ecuación para comprender que es imprescindible arrancar de raíz todo vestigio de militarismo en nuestra patria.

Abolición del militarismo

Para comenzar a analizar la abolición del militarismo en nuestro país es imprescindible determinar primero qué peligros reales se pueden cernir sobre la nación en el futuro y cómo prevenirlos. Qué amenaza real presentan esos peligros para requerir la constitución de una fuerza disuasiva que los prevenga y que tipo de medios, tecnología u organización son necesarios para lograr ese propósito.

Entrando a analizar los peligros verdaderos de los cuales tiene que defenderse la nación obviaremos la desgastada retórica castrista de que Cuba se arma hasta los dientes porque Estados Unidos quiere apoderarse de ella, cosa que solo consideró seriamente cuando la URSS emplazó misiles nucleares en su territorio.

Comencemos por estas dos interrogantes. Si Cuba es hoy una isla destruida por un sistema político que se encargó de convertirla en ruinas, donde sus propios habitantes no desean vivir y arriesgan sus vidas para librarse de ese manicomio; ¿quién desearía entonces ocuparlo para hacerse cargo de 11 millones de bocas y un país endeudado? Entonces ¿qué sentido tendría poseer unas fuerzas armadas con centenares de tanques, transportadores blindados, misiles, sistemas antiaéreos, aviones, obuses y cañones de todo tipo?

La única respuesta a esta irrefutable realidad es que en una sociedad democrática y respetuosa del derecho internacional —no punta de lanza del intervencionismo ruso— ese elefante blanco que se alza a un costado de la Plaza de la Revolución, conocido como MINFAR, no sería otra cosa que un organismo innecesario, ineficiente y desproporcionado que representaría una carga insostenible para la nación.

Transformar el concepto de defensa nacional y abolir el actual formato organizativo del ejército como actualmente se encuentra instituido en Cuba no es una quimera inalcanzable, ya lo han demostrado de diversas maneras no pocos países como vimos inicialmente. Solo se necesita un análisis serio y profundo de cuáles son los peligros reales que puede confrontar en el futuro la nación y como defenderse de ellos.

La Misión Estratégica de los militares cubanos en el futuro seguirá siendo la defensa de la soberanía nacional y de la integridad territorial de la Nación cubana en el marco de nuevos principios democráticos y constitucionales. Esa Misión puede resumirse en tres tareas:

a) Defender la soberanía nacional, entendida como defensa del sistema democrático por medio del cual se expresará en el futuro la voluntad soberana del pueblo cubano a través de elecciones libres y pluralistas.

Proteger a Cuba de los enemigos de la democracia y la soberanía nacional en este siglo XXI supone estar capacitados y debidamente equipados para enfrentar a sus enemigos que son las fuerzas autocráticas, el crimen internacional organizado y sus actividades (narcotráfico, lavado de dinero, tráfico humano y de armas, guerras de agresión directas o híbridas, y actividades de inteligencia para la desestabilización del orden democrático, entre otras).

b) Apoyar al gobierno en labores de protección de la población y del patrimonio nacional en caso de desastres naturales.

c) Someterse en todo momento al mando del gobierno civil. Para cumplir esta tercera tarea de su Misión las FAR deben constituirse en un Ministerio de Defensa. La dirección de dicho ministerio debe estar a cargo de un civil y su primera tarea será discutir con los mandos militares el mejor modo de reorientar sus misiones institucionales, actualizar su equipamiento según las nuevas misiones a cumplir y educar a sus miembros en que su misión central es la protección de la soberanía nacional entendida como respeto y protección del sistema democrático en Cuba.

El Ministerio del Interior debe también ser transformado en Ministerio de Gobernación que pueda cumplir a cabalidad su función de aportar seguridad en el marco del más irrestricto respeto a los derechos humanos.

La restructuración de ambos cuerpos armados deberá incluir desde un inicio la depuración de sus filas y puesta a disposición de las autoridades democráticas para ser juzgados de manera imparcial por los mecanismos de justicia y verdad que eventualmente se establezcan de aquellos oficiales, clases o soldados que sean acusados de haber sido parte directa de crímenes de lesa humanidad como son la tortura y el asesinato de civiles desarmados y otros contemplados por el Derecho Internacional.

Por último, pero no menos importante, para proteger la soberanía nacional es también necesario tratar de impedir hoy y desconocer mañana aquellos acuerdos que la ilegítima oligarquía mafiosa cubana pueda contraer con entidades privadas o gubernamentales de otros países en los que se cedan prerrogativas soberanas relativas al control de cualquier porción del territorio nacional o cualquier otra que ponga en peligro la solvencia nacional de las futuras generaciones debido a la suscripción de acuerdos abusivos de endeudamiento que obstaculizarán la recuperación económica y no podrán pagarse por muchas décadas.

Proceso de abolición del militarismo cubano

Es indudable que para poder abolir el militarismo cubano se requieren varias condiciones previas que faciliten el proceso. El problema no se resuelve de un plumazo con la eliminación por decreto de la Constitución y el actual entramado legal, como el Código Penal, que legaliza los abusos y la arbitrariedad y resulta un obstáculo tóxico para cualquier empeño. También hay que crear un marco legal mínimo de transición mientras se redacta y adopta una Carta Magna que logre ajustarse a los retos y exigencias que requiere una verdadera constitución democrática. Ello requerirá la previa elección de una Asamblea Constituyente formada por representantes populares que asumen el único objetivo de acordar las reglas que regirán, en el futuro, la relación entre gobernantes y gobernados, así como el funcionamiento, distribución del poder y fundamento de su sistema político y social.

Obviamente, esto solo será posible después que el pueblo cubano termine de una vez por todas con la pesadilla que ya ha traspasado los 60 años de destrucción sistemática. ¿Cómo terminará? ¿De forma pactada como en España y Polonia o violenta como en Italia y Rumania? Eso lo deciden los opresores, no los oprimidos. El deber de los oprimidos es alcanzar su liberación. Irremediablemente la oligarquía cubana tiene los días contados.

Abolición de Servicio Militar Obligatorio

La primera medida que debe tomar Cuba para terminar con el militarismo debe comenzar con la abolición del servicio militar obligatorio. En primer lugar, porque mantenerlo ha sido siempre una violación al derecho a la vida que es el principal derecho que tenemos los seres humanos. Ningún gobierno puede obligar a sus ciudadanos a sacrificar su vida para satisfacer los intereses de un partido político o grupo oligárquico que gobierne cualquier nación. No debe confundirse el servicio militar obligatorio con la ley marcial que llama a filas las reservas cuando el país ha sido víctima de una agresión externa y está en juego la supervivencia del país. Ejemplo más reciente, la invasión rusa a Ucrania.

Como se ha dicho que una foto vale mil palabras es conveniente ver estas imágenes.

©Soldados del SMO en la base aérea de San Antonio de los Baños, al fondo los rastrojos de lo que fue un MiG23.

La narrativa de la dictadura cubana siempre ha sido que el llamado a los jóvenes para que cumplan dicha obligación es esencial para el forjamiento del carácter de las nuevas generaciones en la defensa de la patria. Nada más absurdo y aberrante; basta ver estas simples fotografías de esos jóvenes perdiendo el precioso tiempo de su juventud custodiando los rastrojos de tecnología militar que fue adquirida como pago a la sumisión total al imperio soviético.

©Soldado divirtiéndose en los rastrojos de un MiG29.
©Soldado posando en la cola de otro MiG29 en ruinas.
©Otro de los MiG29 que derribaron las avionetas de hermanos al rescate.
©Los MIG21 BIS no escapan a la destrucción.
©Los helicópteros tampoco escapan a la debacle.

Racionalización de los centros de enseñanza militar

Si alguna medida es necesaria para una transformación radical del militarismo cubano es imprescindible la racionalización de los centros de enseñanza militar. Veamos los principales centros que actualmente posee Cuba.

La mayoría de las denominaciones de estos centros fueron cambiadas en el 2021 a “universidades”, por el Decreto-Ley 29, “MODIFICATIVO DE LA LEY No. 1307, DE 29 DE JULIO DE 1976”, el cual fue aprobado el 16 de febrero de 2021 y publicado en la Gaceta Oficial.

Colegio de Defensa Nacional

El Colegio de Defensa Nacional (CODEN) fue fundado en octubre de 1990 como centro de educación Superior adscripto al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Tiene a su cargo la educación de postgrado de los principales cuadros civiles y militares del país en lo referido a la concepción y desarrollo de la Seguridad y Defensa Nacional.

Academia de las FAR “General Máximo Gómez Báez”

Institución fundada el 3 de julio de 1963 y actualmente constituye el principal centro científico docente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Sus instalaciones, ubicadas al este de la capital cubana, dan formación militar a cientos de jóvenes oficiales para ocupar cargos superiores en la cadena de mando. Lleva el nombre de Máximo Gómez Báez, dominicano que combatió por la independencia de Cuba y llegó a ser General en jefe del Ejército Libertador.

Universidad de Ciencias Militares “General José Maceo y Grajales”

Institución fundada el 15 de septiembre de 1980 ubicada en Santiago de Cuba, segunda ciudad en importancia del país. Lleva el nombre de José Maceo Grajales, reconocido jefe militar de las guerras independentistas cubanas del pasado siglo. Forma oficiales en las especialidades del perfil de mando de las diferentes armas de las tropas terrestres y tropas especiales.

Universidad de Ciencias Militares “General Antonio Maceo y Grajales”

Centro fundado en febrero de 1963. Posee una rica experiencia en la formación de oficiales para las FAR. En sus instalaciones, ubicadas al suroeste de la capital del país, cientos de jóvenes se forman como oficiales de las FAR en especialidades del perfil de mando e ingeniero de las distintas armas de las tropas terrestres.

Universidad Tecnológica Militar “José Martí”

Centro concebido para la formación de cuadros de mando e ingenieros para las diferentes armas y tropas de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Cubana. El mismo está ubicado en la Ciudad de La Habana. Lleva el nombre de José Martí.

Academia Naval “Granma”

Ubicada al este de la capital, comparte instalaciones con la Academia de las FAR “General Máximo Gómez”. Ubicada en su fundación en el Mariel, trasladada después a la que es ahora escuela de medicina internacional, en los confines de Santa Fe y Baracoa, en las orillas del río Santa Ana. Tiene el objetivo de preparar los oficiales para la  Marina de Guerra. El proceso docente educativo se desarrolla además en las unidades navales de tierra y en los buques, bases y talleres de reparación durante los períodos prácticos. Esta institución comenzó a preparar oficiales para la Marina de Guerra Revolucionaria desde 1959, por lo que acumula una vasta experiencia en esta tarea.

Universidad Militar de Ciencias Jurídicas “Comandante Arides Estévez Sánchez”

Institución encargada de preparar oficiales del perfil jurídico. Su nombre constituye un homenaje al comandante Arides Estévez, oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias caído en misión internacionalista y unos de los primeros jefes de la Dirección de Inteligencia Militar.

Este cúmulo de universidades militares en un país de solo 11 millones de habitantes es incomprensible. Y lo más aberrante es que supera a Estados Unidos que tiene solo cuatro en un país con 334 millones de habitantes. Estas son:

  • Academia Militar de Estados Unidos (West Point, Nueva York)
  • Academia Naval de Estados Unidos (Annapolis), Maryland)
  • Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (Colorado)
  • Academia de la Guardia Costera de Estados Unidos (Connecticut)

GAESA: instrumento financiero y económico de la oligarquía

Las oficinas de apoyo a los territorios que funcionan en todo el país son eslabones de abajo, en el infinito entramado que sostiene el funcionamiento de este emporio que controla y dirige todo el comercio estratégico del país, con ramificaciones que van desde el sector hotelero hasta las tiendas minoristas de ventas de productos en divisas. Además de controlar las telecomunicaciones y los servicios asociados a esta, como la telefonía celular, el acceso a internet, etc. A lo que también hay que sumar la banca, la cual es controlada por el Banco Financiero Internacional, perteneciente a GAESA, el cual controla el 95% de las operaciones financieras que se realizan en el país en moneda libremente convertible, ya sea de las estructuras empresariales propias o de terceros. Son los que mueven el dinero en Cuba. Quienes deciden en que se invierten en la isla y en que no.

Durante la pandemia, por ejemplo, mientras morían pacientes por falta de equipos e insumos, GAESA no dejó de construir hoteles, ni se afectó el plan de aseguramiento de este consorcio compuesto por generales de las fuerzas armadas y el Ministerio del Interior junto a un sólido núcleo que forma su cúpula. ¿Cuánto produce GAESA? ¿Cómo se definen sus inversiones? ¿Por qué existen tantos hoteles en Cuba cuando desde 2008 la mitad de las habitaciones permanecen vacías? Son preguntas sin respuestas. GAESA no está sometida a la jurisdicción de la Controlaría General de la República, dispone de un brazo financiero propio.

Para mencionar algunas cifras: en el primer trimestre de 2021 se invirtió en salud y asistencia social 157 veces menos de lo invertido en hoteles y servicios inmobiliarios. En el caso de la educación la cifra determinada fue 366 veces inferior. A pesar de que Cuba importa el 80 por ciento de la comida que consumen los cubanos, también en el primer trimestre de 2021 se invirtió 19 veces más en la rama inmobiliaria que en la agricultura.

GAESA fue fundada en 1996 por el general de Cuerpo de Ejército Julio Casas Regueiro. Como segundo al mando tenía en aquel entonces al coronel Luis Alberto López Callejas. En 2008 pasa a ser ministro de las FAR cuando Raúl Castro sustituye oficialmente a Fidel Castro como presidente del Consejo de Estado y de Ministros. Ya para entonces, López Callejas era general de Brigada y toma las riendas de GAESA, comenzando a tejer el nuevo poder y la transformación del Estado socialista en Estado mafioso. El grupo empresarial fue creciendo silenciosamente al paso de los años en la medida que creció la crisis sistémica del socialismo. Ya para 2016, con la muerte de Fidel Castro, GAESA llegó a convertirse en el nuevo sistema de poder en Cuba.

López Callejas que fue yerno de Raúl Castro y padre de dos de sus nietos, era el hombre de su total confianza para llevar las riendas del país y proteger a la familia en el momento en que Raúl Castro se retirara. López Calleja resultó ser muy hábil para estructurar los negocios y apoderarse de las empresas y sectores más estratégicos de la economía cubana. Su poder creció vertiginosamente, al punto que, al retiro de Raúl Castro, López Calleja fue ascendido a general de División, incluido como miembro del Buró Político del Partido Comunista y elegido diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Este poder acumulado comenzaba a tomar visibilidad y mayor protagonismo en los medios y en el entorno político público cubano e internacional, cuando 1 de julio de 2022 un paro respiratorio detuvo su vida.

A pesar de las esperanzas que con su muerte el emporio GAESA generaría una lucha de poderes, en una dictadura comunista como la de Cuba el grupo empresarial continúa siendo un mecanismo bien engrasado, con un único objetivo básico: controlar las riquezas del país perpetuando a la dictadura en el poder.

GAESA debe ser de inmediato puesta bajo control del gobierno civil, sus operaciones auditadas y sus recursos puestos en función del desarrollo nacional y el bienestar del pueblo.

Anexo

Organización actual de las fuerzas armadas de Cuba

Las FAR están constituidas por cuatro formaciones regulares principales:

  • Tropas terrestres
  • Defensa antiaérea y Fuerza aérea Revolucionaria
  • Marina de Guerra
  • Ejercito Juvenil del Trabajo

Complementadas por las fuerzas irregulares:

  • Milicias de Tropas Territoriales (MTT). Sucesoras de las Milicias Nacionales Revolucionarias. Organizada en Batallones y Regimientos en las provincias y municipios.
  • Brigadas de Producción y Defensa (BPD). Encaminadas a contribuir al desarrollo del aparato productivo del país en tiempo de guerra. Organizadas por Zonas de Defensa (más de 2.000 en todo el país) y en los centros de producción o estudio.

Las FAR se dividen estructuralmente, además de las armas, en tres ejércitos, a la jefatura de los cuales se subordinan todas las unidades militares enclavadas en esos territorios. Así mismo, cada provincia cuenta con un Estado Mayor Provincial y que constituye una Región Militar. El Ejército Occidental: Defiende desde Pinar del Río hasta la provincia de Mayabeque, incluyendo a La Habana, capital de la república. El Ejército Central: Defiende las provincias de Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila. El Ejército Oriental: Defiende desde la provincia de Camagüey hasta Guantánamo, incluyendo la línea fronteriza con la Base Naval norteamericana de Guantánamo.

La cuarta agrupación militar, el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), está formado por unidades de reclutas movilizados para llevar a cabo tareas productivas generalmente agrícolas, recibiendo preparación militar elemental. Este ejército en el argot militar ha llegado a conocerse como “El Gueto de las FAR”. El mismo se creó para ubicar a los jóvenes cubanos que no son confiables para el Partido Comunista con el fin de que no puedan evadir la conscripción forzosa bajo su régimen totalitario y que al mismo tiempo no tengan acceso a tecnologías militares importantes. Todo joven cubano que tenga sus familiares más allegados en Estados Unidos o hayan mostrado su rechazo al régimen existente solo puede servir en el Ejercito Juvenil del Trabajo. Constituyendo este ejercito la máxima expresión de la discriminación ideológica y política implantada por el Partido Comunista contra los ciudadanos.

Además, las FAR dirigen la Defensa Civil de Cuba, organismo para la prevención de desastres naturales; y el Instituto Nacional de las Reservas Estatales (INRE), organismo que controla las reservas de tiempo de guerra y emergencias de todo el país.

Publicación original en Cubaencuentro.