Marlene Azor Hernández: Fidel Castro: posverdad y culto a su personalidad

DD.HH. | 14 de agosto de 2023
©Craiyon

En su edición del 9 de agosto, el diario oficial Granma publicó dos artículos sobre la figura del dictador Fidel Castro. Con ellos, los intelectuales Guillermo Vilar Álvarez y Amador Hernández abrazaron la posverdad y el culto a la personalidad, dos rasgos habituales de las publicaciones en los medios de difusión masivos controlados por el Partido Comunista de Cuba (PCC).

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la “posverdad” o “mentira emotiva” es un neologismo que implica la distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos objetivos, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales. 

En los medios de difusión pública secuestrados por el dictador Fidel Castro y luego por el PCC, los contenidos rara vez coinciden con la realidad. Son medios que publicitan propaganda y ocultan la realidad nacional e internacional.

Por su parte, el culto a la personalidad eleva a dimensiones casi religiosas o sagradas la figuras de líderes carismáticos en la sociedad o la política. En los regímenes totalitarios es a menudo una forma de culto a la persona del líder supremo. 

Ambas posiciones ocultan la evaluación de los funcionarios públicos. El dictador Fidel Castro estuvo en la máxima dirección del país durante 52 años; sin embargo, no existe evaluación en los medios oficiales cubanos sobre sus acciones como funcionario público, como presidente del país, ni de las innumerables decisiones económicas y políticas que a su muerte dejaron el país en ruinas y sin derechos.

Amador Hernández ensalza las virtudes de “organizador” de Fidel Castro, “el coraje”, “el conocimiento  profundo de la historia nacional e internacional”, “el conocimiento de todas las filosofías”; sin embargo, no puede mostrar un solo éxito de las políticas que impuso Fidel Castro mientras ejerció el poder. Este intelectual considera al dictador un “pensador” y un “guerrero”.

Por su parte, Guillermo Vilar Álvarez continúa las alabanzas a las supuestas virtudes de la personalidad de Fidel Castro. De él dice: “Habla con el pueblo”, “es profundamente humanista” y constituye “una extraordinaria personalidad de nuestro tiempo”.

En otras palabras, ambos intelectuales cantan loas a la personalidad del dictador. Pero una evaluación de su labor como funcionario público arrojaría todo lo contrario:

–Encabezó un proyecto de ingeniería social para crear “un hombre nuevo” con adoctrinamiento masivo de las nuevas generaciones en escuelas permanentes en el campo.

–Dirigió la estatización de las tierras agrícolas (lo que las hizo improductivas).

–Impulsó planes de ganado vacuno que se convirtieron en el fracaso actual de la ganadería, pero que tuvieron hasta una vaca “milagrosa”.

–Impulsó planes de riego microjet aéreo para la producción de plátanos que provocaron la pérdida de plantaciones completas.

–Orientó la creación del “Cordón de La Habana”, plan de siembra de café en la periferia de la ciudad, a pesar de que los campesinos le advirtieron que esas tierras no servían para el cultivo de café.

–Encabezó la Zafra de los Diez Millones, hasta su fracaso.

–Encabezó una campaña internacional para no pagar la deuda externa, que endeudó más al país.

–Mandó a desmantelar la mayoría de los centrales azucareros en los años 90 del siglo pasado, lo que hace hoy al país tener zafras equivalentes a las del siglo XIX.

–Copió hasta el suspiro el sistema político y económico del estalinismo soviético a partir de 1976.

–Dirigió la llamada “Batalla de Ideas”, en la cual aceptó el desvío de recursos y logística para hacer en cada municipio, cada fin de semana, actos de “reafirmación revolucionaria”(propaganda de barricada), en plena crisis estructural de los años 90 y en plena hambruna nacional.

–Eliminó la posibilidad de elegir a los representantes políticos en Cuba durante 17 años, y luego permitió el fraude a través de Comisiones Permanentes de Candidatura. Nunca desde 1959 se sometió a la aprobación electoral del pueblo cubano.

–Prohibió desde febrero de 1959 todos los derechos civiles y políticos que continúan criminalizados hasta la actualidad.

Mientras, seguirán los homenajes en la prensa oficial cubana desde la construcción de posverdades y el culto a la personalidad, un rasgo de oscurantismo propio de las dictaduras totalitarias sin libertad de expresión ni de prensa.

Publicación fuente ‘Cubanet’