Podcast: La prostitución en Cuba / Memoria de La Habana
No se pierdan este programa de Memoria de La Habana –el programa que dirige el poeta Ramón Fernández Larrea– repleto de buena música y dedicado a la prostitución en Cuba desde mediados del siglo XVI hasta finales de la república. Un travelling de lujo por el pasado, el dolor y la gozadera…
Entre uno y dos pesos era el costo de los servicios en unos pocos prostíbulos alrededor de Zanja a un par de cuadras de Belascoain, además de todo los mencionados estaban las llamadas «fleteras» que rondaban los soportales de la Plaza del Vapor —ya desaparecido— los de Galiano y otras vías concurridas, eran generalmente explotadas por los llamados «chulos de café con leche» y constituían el nivel más bajo de todo este vil andamiaje, la policía las esquilmaba y amenazaban continuamente.
Existían otros burdeles fuera de las llamadas zonas de tolerancia que hemos mencionado estaban en el rango más alto de este deplorable negocio, me refiero a la Casa Marina y la de Tía Nena, ambas se especializaban en dar sus servicios al turismo sexual que ya existía en esa lejana época. Dentro del menú ofertado no solo existían mujeres sino también hombres, algunos homosexuales. Quizás el más famosos de ellos, nacional e internacionalmente, fue «Superman» que no era exactamente homosexual sino bisexual y su miembro viril les llegaba a las rodillas, algunos dicen que tenía 18 pulgadas otros dicen que 14 pero lo cierto es que era algo poco común.
«Superman» actuaba en las funciones que ofrecía el teatro Shanghái en el barrio chino, a media cuadra de Zanja, estas funciones quedaron inmortalizadas en El padrino II de Francis Ford Coppola, en este filme Fredo que era un «putañero» lleva a su hermano Michael y al senador Geary a ver una representación porno en vivo y cuando el senador pone en duda lo que está viendo Fredo le responde: «Eso no es falso. Eso es real. Por eso lo llaman Superman».
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