Kaloian Santos: La Habana en Kodachrome
Navegaba sin rumbo por las aguas virtuales de Flickr, una red social de fotógrafos que ha estado en funcionamiento desde 2004 y que, aunque se utiliza poco, sigue siendo un espacio en el que almacenar y compartir fotografías de alta calidad. Fue entonces cuando me topé con una antigua foto del trampolín de la piscina del hotel Riviera, en La Habana.
Si no hubiera sido por la noticia de su derrumbe días atrás, probablemente habría pasado por alto el álbum de instantáneas en el que estaba alojada la imagen. Me habría perdido un puñado de fotografías únicas de La Habana de hace más de medio siglo, una Habana que solemos ver en blanco y negro y cuyas escenas cotidianas, proganizadas por gente común, hemos visto poco o nada.
¿Qué hace especiales estas instantáneas de la capital cubana? Es la cotidianidad, en colores, capturada en distintas partes de la ciudad; el Malecón por supuesto, así como inmuebles emblemáticos como el mencionado Riviera. Además, incluye retratos de viandantes o trabajadores en la calle, fotografiados nada menos que con un rollo Kodachrome de 35 mm.
El sistema Kodachrome, desarrollado por Eastman Kodak en 1935 después del autochrome de los hermanos Lumière en el año 1903, fue uno de los primeros en permitir la obtención de transparencias a color en formato de rollo, primero en formato medio, y luego en 35 mm.
Esta película para diapositivas en color dejó una marca imborrable en la historia de la fotografía, gracias a su distintivo proceso de revelado que producía colores vibrantes y llamativos, apreciados tanto por fotógrafos como por cineastas.
El impacto de Kodachrome fue tal, que también inspiró canciones, como el célebre tema de Paul Simon.
“Nos dan esos bonitos colores brillantes / Nos dan los verdes de los veranos/ Hacen que creas que todo el mundo es un día soleado”.
Con el paso del tiempo, el complicado proceso de revelado de Kodachrome y el avance de la tecnología digital fueron minando su popularidad. La película perdió terreno frente a opciones más fáciles de manejar; hasta que en 2009, tras 74 años de fabricación continua, Kodak anunció el cese de su producción.
Si en el verano de 1937 el fotógrafo W. Robert Moore de National Geographic realizó las primeras fotografías con esta película durante una expedición a Austria, Steve McCurry —quien inmortalizó imágenes icónicas con Kodachrome como el retrato de la niña afgana, tomado en junio de 1984 en el campo de refugiados de Nasir Bagh— solicitó a Kodak que le permitiera utilizar el último rollo de Kodachrome producido en la fábrica. La empresa lo complació.
En 2010, el último rollo de Kodachrome revelado en un laboratorio de Kansas fue un suceso noticioso que marcó el fin de una era en la fotografía analógica. El acontecimiento inspiró la película Kodachrome de Mark Raso, que explora la nostalgia y la conexión emocional asociada con este medio fotográfico.
Quince años después de su desaparición, la estética del Kodachrome sigue siendo muy popular, tanto en los filtros de Instagram que llevan ese nombre como en los ajustes preestablecidos de revelado digital en Adobe Photoshop.
La Habana en Kodachrome
La veintena de imágenes de La Habana tomadas en Kodachrome fueron publicadas en Flickr en enero de 2023. Están alojadas en una cuenta creada en 2008, por un usuario que se identifica como ElectroSpark. La particularidad del perfil es que se dedica a compartir fotografías tomadas con Kodachrome.
Hasta la fecha, ha publicado un total de 2528 fotos.
Así se presenta:
Le ofrecemos fotografías y objetos efímeros liberados de los áticos, garajes y armarios de los vacacionistas estadounidenses de mediados de siglo. La mayoría de las fotografías son de Kodachromes originales, por los que tengo un cariño especial.
Una transparencia Kodachrome de 35 mm contiene el equivalente de aproximadamente 20 megapíxeles de datos en una imagen de 24 mm x 36 mm. ¡Es el HD original!
Los temas incluyen Florida, el Caribe, Hawái, Estados Unidos, arquitectura e interiores de mediados de siglo, ferias mundiales, parques temáticos, mundos perdidos, transporte y observaciones de tendencias culturales. El compendio básico de tu viajero en el tiempo.
Por eso, en las fotografías de La Habana no se menciona el autor o autora. Seguramente fue alguien que viajó como turista a Cuba, se hospedó en el Hotel Riviera y recorrió los alrededores, incluida La Habana Vieja.
Aunque parece ser que era más que un turista común con una cámara para capturar recuerdos de viaje. Quien portaba el equipo tenía conocimientos en la materia. Aunque algunas de las instantáneas están ligeramente desenfocadas o movidas, la exposición a la luz es bastante precisa, algo complejo para el rollo de diapositivas. Se requería de cierto conocimiento técnico, en especial considerando la dura y contrastada luz natural de Cuba.
Los profesionales de la fotografía destacaron que Kodachrome otorgaba a las imágenes una profundidad, contraste y saturación de color incomparables, manteniendo al mismo tiempo una elegancia refinada que parecía totalmente natural. Para los aficionados a la fotografía, identificar los méritos de la película era más difícil, pero notaban que simplemente mejoraba la apariencia de las fotos.
Otra cosa. Quizá esta persona en particular estuviera acompañada. Podría tratarse de una familia o un grupo de amigos. Otro indicio de que no era una sola persona y de que eran forasteros es que, en una de las fotos, se observan dos jóvenes elegantemente vestidos parados en una esquina de La Habana Vieja, mientras sostienen lo que parece ser el estuche de una cámara fotográfica. En un segundo plano, un cubano sonríe al darse cuenta de la presencia de los forasteros. Este no era el tiempo de las selfies ni de llevar una cámara a todas partes como ahora.
Las fotografías datan probablemente de 1958. Puede inferirse a partir de detalles como la presencia de un automóvil Chevrolet en una de las imágenes. En el carro se observa un cartel con la imagen de un hombre con sombrero y cigarro, junto con una consigna de campaña política: “Alliegro presidente”. Anselmo Alliegro y Milá fue un político cubano que pasó a la historia por ser designado presidente interino de Cuba por un día en enero de 1959, aunque nunca asumió el cargo.
A finales de 1958, Cuba celebró elecciones para el período 1959-1963. En un principio, Alliegro lanzó una breve campaña, pero luego se retiró de la contienda. Los otros candidatos continuaron, y finalmente Andrés Rivero Agüero, quien en ese momento era Primer Ministro del gobierno de Fulgencio Batista, resultó elegido como presidente.
Las escenas capturadas ofrecen un vistazo fascinante. Un pescador, un zapatero, un vendedor de naranjas. Están desde una parada de autobús en La Habana Vieja, donde se ven personas esperando, hasta una escena presumiblemente en Centro Habana, en un café de esquina y una joven sonriente rodeada de jóvenes.
Sumergirse en estas fotografías tomadas con la histórica película Kodachrome es abrir una ventana al pasado y permitir que La Habana de hace décadas cobre vida ante nuestros ojos con sus colores vibrantes. Cada imagen nos invita a explorar las calles, interactuar con las personas y sumergirnos en la atmósfera cotidiana y llena de historia.
Publicación fuente ‘OnCuba’
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