Boris González Arenas: El régimen, obligado a dejar de falsear datos sobre la crisis demográfica de Cuba
El reconocimiento oficial de que la población cubana ha caído por debajo de diez millones de habitantes es el último éxito de la sociedad civil cubana.
Ha ocurrido durante las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Juan Carlos Alfonso, vicejefe primero de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), declaró que el 31 de diciembre de 2023 la población cubana era de 10.055.968 personas. La cifra representa un 10% menos de la verificada oficialmente en igual fecha de 2020, que fue de 11.181.595. Aclaró el funcionario que la continuidad del éxodo y la contracción de los nacimientos en lo que va de 2024 ha hecho caer el total de cubanos en la Isla por debajo de los diez millones.
De esta manera el castrismo reconoce que llevaba años mintiendo acerca del número de cubanos en la Isla, cuyas estadísticas oficiales no reflejaban la estampida hacia el exterior de millones de compatriotas. La fórmula utilizada para anunciar el decrecimiento de la población por debajo de los diez millones de habitantes parece más una maniobra de psicología de multitudes que de sinceramiento profesional. Que estamos en nueve millones de habitantes es mejor decirlo como una especulación en tanto la cifra oficial se mantiene por encima de los diez, lo que hace pensar que la mentira a la que se atajó no la sucedió la verdad.
El ajuste castrista ha sido hecho luego de que el pasado ocho de julio apareciera el artículo de la agencia EFE «La población de Cuba cayó un 18% entre 2022 y 2023, según un estudio independiente».
Allí puede leerse: «La población de Cuba cayó un 18% entre 2022 y 2023, principalmente por la migración, hasta situarse en los 8,62 millones de personas, según un estudio demográfico independiente listo para su publicación al que ha tenido acceso EFE».
El estudio demográfico a que alude la cita anterior se titula Cuba. Una rápida mirada a la emigración y la población, ha sido publicado por Horizonte Cubano, una publicación de Columbia Law School, y su autor es el reconocido economista y demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos.
La precipitación en publicar cifras oficiales obedece a esta declaración de uno de los más competentes demógrafos cubanos, con más de tres décadas de experiencia, una ascendencia humanista que le impide diluir al ser humano entre los números, y doctor en Demografía por la Universidad de Paris X-Nanterre (2002).
Para realizar su cálculo en un entorno de cifras oficiales distorsionadas, Albizu-Campos utilizó información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, que cifraba en abril de 2019 en 1.558.312 el número de migrantes cubanos. Obsérvese el año, entonces estaba muy lejos la ola migratoria actual, que Albizu-Campos principia el 1 de octubre de 2021 en su estudio, y que se ha extendido por más de dos años y medio: «Dos años y medio de un incesante éxodo de población hacia cualquier destino, y que ya ha alcanzado un monto total de 738.680 entradas netas solo a los Estados Unidos…».
¿Por qué ha afirmado el señor funcionario castrista que la población cubana en el extranjero es de apenas 1.011.269, según la cifra publicada por Cubadebate a resultas de su intervención, si ya en 2019 las Naciones Unidas estaban reconociendo un número que excedía este en más de 500.000 personas? La mentira tiene patas cortas, la respuesta oficial a las estimaciones de Albizu-Campos suponen una nueva arribazón de falsedades.
Albizu-Campos utiliza otras fuentes de información fiable, como los padrones electorales de los años 2013 y 2023, y el Censo del 2012, pues el de 2022 el castrismo decidió no realizarlo, quizás por mala conciencia. El defecto de los padrones electorales es que carecen de la población cubana comprendida entre cero y 16 años, porque no tiene edad para votar.
Responder