Diego Santana: Entrevista a Rosa María Rodríguez / El Fondo de Fomento para el Cine Cubano es hoy ‘una especie de simulacro’

Cine | DD.HH. | 22 de septiembre de 2024
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Hace poco más de 50 años, el siempre polémico Alfredo Guevara definió el cine cubano como un «cine de combate», y sí, el eslogan no es solo una frase propagandística del régimen, es una forma muy sucinta de describir la cinematografía nacional. Ahora, tantos años después, el cine cubano sigue siendo de combates y reivindicaciones, pero si antes esas luchas las emprendía el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), con sus luces y sombras, ahora son los cineastas independientes, agrupados en la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC), quienes impulsan los reclamos y hacen del cine nacional un espacio de combates y discusiones, quienes se enfrentan a la censura, las decisiones arbitrarias y «la orden es ignorar», dijo recientemente la productora y directora Rosa María Rodríguez, una de la líderes de la ACC.

«Lo de la orden es ignorar está claro desde hace ya un tiempo», dijo Rodríguez a DIARIO DE CUBA, en medio de las tensiones entre la institución y los cineastas, a partir, fundamentalmente, de la ausencia de diálogo por parte de la nueva dirección del ICAIC, encabezada por el comisario cultural Alexis Triana, y del mal funcionamiento del Fondo de Fomento para el Cine Cubano, denunciado en numerosas ocasiones.

«Este resurgir de la asamblea, que es continuidad de la Muestra Joven y de los debates del G20, motivó intercambios con la antigua directiva del ICAIC. Nosotros solicitábamos poder reunirnos en un cine y se nos daba esa posibilidad», indicó Rodríguez; pero «con este nuevo mandato todo ha cambiado», y «todo lo que se estaba llevando a cabo de trabajar juntos, de discutir temas, de confrontar situaciones con el antiguo mandato, desapareció».

«Nosotros hemos emitido diferentes declaraciones y las hemos entregado al Consejo de Estado y a otras instituciones, y de ninguna nos dan respuestas», subrayó Rodríguez y enfatizó que la nueva directiva del ICAIC «han intentado por todos los medios criminalizar cualquier acto que signifique ir en contra de lo que ellos creen, y ahora ni siquiera nos responden».

«Hay un chat del Fondo de Fomento, los cineastas escriben pidiendo que les expliquen qué es lo que está sucediendo y nadie responde. Lo que se ignora no existe, y para ellos es como si no existiéramos», agregó.

«Hasta ahora no existe ninguna voluntad de diálogo», enfatizó la cineasta y detalló: «cuando alguno de los miembros del grupo de representantes de la asamblea hemos tenido algún encuentro con el presidente del ICAIC o con alguno de la directiva, por nuestro trabajo como cineastas, más allá de los reclamos de la asamblea, porque estamos tramitando cosas de proyectos nuestros, se lo hemos recalcado muchas veces: ‘¿Cuándo te vas a reunir con la Asamblea de Cineastas?'». Y «la respuesta que hemos tenido hasta ahora es que tienen mucho trabajo y muchas cosas que son prioridad, más allá de dialogar con la asamblea y con el gremio en general».

Fondo de Fomento para el Cine Cubano

«Lo que está sucediendo con el fondo desde hace dos convocatorias es una especie de simulacro, porque no puedes decir que tienes un fondo cuando el año pasado lo que dieron fue un dinero que ni siquiera alcanza para una sola película. En el mundo entero, los fondos de fomento se supone que sean el pilar fundamental para mantener la producción de un país dentro de la legalidad y la transparencia que eso conlleva», explicó Rodríguez.

Al hilo de lo anterior, la productora y directora añadió: «Somos un gremio pequeño en un país pequeño, y sabemos que la nueva directiva le ha otorgado dinero a cineastas a consideración personal, que es hasta más que el que está dando ahora mismo el fondo. Entonces, a lo mejor no es que desaparezca hoy o mañana, pero sí, ahora mismo es un simulacro».

Con el Fondo de Fomento sucede lo que es una de las marcas indelebles de la política nacional, un vicio impulsado por los dirigentes y los censores: «realmente todo es muy oscuro y muy raro, no hay transparencia con los asuntos, no hay intercambio ni confrontación», denunció Rodríguez.

Censura, emigración y ¿qué hacer con ellas?

«Hay mucho silencio sobre censuras, atropellos y exclusiones a nuestros cineastas, a nuestro gremio en general, que se han quedado ahí y duele mucho ver que sigue pasando. Yo creo que eso es lo más fuerte de la asamblea, esta parte de no mantenerse en silencio, de estar pensando en nuestro cine más allá de que las instituciones nos ignoren, porque yo creo que una de las cosas más potentes que se nos ha revelado en casi un año y medio que llevamos con esta nueva asamblea es que los que debemos cambiar y los que debemos pensar en nuestro cine y en qué queremos para nosotros, somos nosotros mismos, sin esperar a que pase ese diálogo que, yo por lo menos, creo que no va a pasar».

Sobre cuánto ha afectado la actual ola migratoria al cine independiente cubano, toda vez que buena parte de los cineastas jóvenes de la Isla, quienes animaron durante años la polémica y finalmente clausurada Muestra Joven, viven fuera de Cuba, Rodríguez comentó: «Yo creo que ha afectado al país entero. Es terrible que las autoridades intenten pasarle la mano y verlo como algo menor, cuando es el desastre más grande que está sucediendo con este país, porque ¿qué nos queda?».

«Entonces, por supuesto que eso afecta mucho, y es un talento imprescindible para la cinematografía cubana, pero yo no lo veo como ‘¡ay, qué terrible todo!’, porque siguen siendo nuestros cineastas y siguen haciendo películas cubanas, estén donde estén. A algunos les ha ido mejor, otros no, pero siguen siendo cineastas», agregó.
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