“Nosotros siempre somos perseguidos”, dijo Ramos, uno de varios hombres que vivían antes en el sur de la Florida y que fueron puestos en libertad luego de cumplir largas sentencias en las cárceles cubanas por invasiones armadas contra la isla en la década de 1990, pero quienes no han podido regresar a EEUU. Para seguir leyendo…
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