Como era de suponer, de la entrevista concedida al programa Hora 25 de la Cadena Ser en España, ha trascendido la rotunda negativa del cardenal Jaime Ortega respecto a que en Cuba todavía existan prisioneros por motivos políticos. Raya en lo enigmático cómo alguien en la posición de este hombre se preste a aseverar algo que nadie cree en lo absoluto y que no le ha hecho ningún favor, ni a la Iglesia que representa, ni a sí mismo. Es obvio que tan desatinada declaración echa por tierra toda la doctrina social de la Iglesia que está llamado a respaldar y a practicar. Para seguir leyendo…
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