Edel González parece haber llegado a ese punto crítico en que la vergüenza es más fuerte que la conveniencia. En el evento de Madrid, organizado por Cuban Prisoners Defenders, confirmó lo que todos ya sabíamos: que las fuerzas de seguridad del Estado cubano pueden fabricar cargos en contra de los opositores, y que por lo regular, cuando hace falta, ejercen el control sobre el poder judicial. Para seguir leyendo…
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